El confort invisible

¡Invierte en calidad de vida en tu hogar!

Si buscas mejorar la calidad de vida en tu hogar, debes saber que las reformas que más te van a ayudar en este objetivo son aquellas que después no se ven: las que te aportan confort invisible.

 

Muchas veces, a la hora de plantear una reforma o mejora en casa, lo primero que se nos viene a la mente son reformas estéticas. Pero si queremos realmente un cambio a mejor en cuanto a confort y calidad de vida, debemos ir un paso más allá. Hay que apostar por aquellas mejoras con las que podamos ganar en bienestar.

En primer lugar, es fundamental el correcto aislamiento e impermeabilización del edificio.

En este capítulo, destacaríamos la importancia de velar por la estanqueidad al agua. No solo en las cubiertas y tejados, sino también en aparcamientos o sótanos.

También hay que tener en cuenta el ahorro energético y el confort térmico y acústico. Los recursos más conocidos para paliar el frío en invierno y aliviar el intenso calor en verano son la calefacción y el aire acondicionad. Pero el uso que hagamos de esta climatización depende en gran medida, una vez más, del aislamiento térmico, del estado y las características de los cerramientos de la vivienda. Cuanto mejor aislada esté una vivienda, menos energía tendremos que consumir.

Y qué decir del ruido: tráfico, vecinos, locales y terrazas…

En casa necesitamos tranquilidad.  Por suerte existe solución para todos estos ruidos (hay soluciones de aislamiento acústico que pueden reducir el ruido hasta en un 70%), y la mejora será muy cualitativa y mejorará enormemente tu calidad de vida, en aspectos como el descanso, la concentración a la hora de trabajar o estudiar y, por supuesto, tú también ganarás en intimidad: ¡si tú no oyes a tus vecinos, ellos tampoco te oirán a ti!